23 de noviembre de 2013

Derechos Animales, Abolicionismo y Veganismo: En Pocas Palabras






El término "abolicionismo" aplicado al contexto de la ética animal ha perdido en gran medida su sentido porque hay mucha gente que se denomina a sí misma como "abolicionista", incluyendo a quienes quieren que el uso de animales sea abolido, a quienes quieren abolir algún uso pero no todo el uso, y a aquellos que quieren que se acaben los "peores abusos" de la explotación animal pero que no tienen objeción al uso de animales en sí mismo. Por tanto, no hay un significado consensuado sobre aquello que quienes se denominan "abolicionistas" quieren abolir o sobre cómo proponen abolir aquello que quieren abolir. De este modo, la "abolición", en sí misma, no describe ninguna posición particular más de lo que hace el término "derechos animales" el cual se ha convertido en un sinsentido que incluso es usado por los explotadores de animales que dicen defender los "derechos animales".

Este ensayo expone una teoría abolicionista particular, conocida como la teoría abolicionista de los derechos animales, que ha desarrolado una alternativa a la posición desarrollada por el filósofo Peter Singer. Singer adopta una forma de utilitarismo preferencialista, el cual promueve acciones que maximizan la satisfacción de los intereses de aquellos seres que están involucrados o afectados. Él da prioridad a los seres que poseen una conciencia similar a la humana y que pueden planear activamente su futuro. Aunque acepta que que los primates no humanos, los delfines y los elefantes son seres conscientes en ese sentido, expresa duda acerca de los otros animales y considera que la mayoría de animales que explotamos viven en una especie de eterno presente. Ellos tienen un interés en no padecer dolor o sufrimiento, pero no tienen un interés en continuar viviendo o, al menos, no tienen un interés que que provoque que Singer esté de acuerdo en reconocer que no deben ser usados como recursos reemplazables como sí reconoce para los humanos y no-humanos "normales" que poseen una conciencia similar a la humana.

Singer se centra básicamente en el tema del trato en lugar del uso y defiende la reforma del bienestar animal. Por ejemplo, en 2005 lideró una iniciativa, a la que se unieron la mayoría de las grandes organizaciones animalistas, incluyendo The Humane Society of the United States, People for the Ethical Treatment of Animals, Farm Sanctuary, Mercy For Animals, Vegan Outreach, and Compassion Over Killing, para pedir públicamente a la cadena de supermercados Whole Foods para que adoptara lo que se podría denominar como un programa de "explotación feliz". Singer podría ser señalado como la figura primaria del movimiento de la "explotación feliz" que promueve el consumo "compasivo" de la carne y otros productos animales con un "bienestar alto", así como la promoción de las reformas bienestaristas, como los asuntos propios del animalismo. Este movimiento por la explotación "feliz" es ahora la facción dominante en el moderno movimiento animalista en toda América, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda.

El enfoque abolicionista rechaza el enfoque de Singer, e incorpora la posición deontologista que es característica de la filosofía de los derechos, como la de Tom Regan, pero que posee elementos propios y singulares:

I.

Primero, el enfoque abolicionista rechaza el uso de animales. La base doctrinal para este rechazo es el hecho de que todos los humanos, sin importar sus características particulares, tienen el derecho fundamental y pre-legal de no ser tratados exclusivamente como recursos para otros. Éste es el derecho que rige la exclusión de la esclavitud de seres humanos. Poseer un valor moral implica el rechazo del estatus que es la propiedad esclavista que permite que la vida y los intereses fundamentales de un ser humano sean ignorados en favor de los de su propietario esclavista.

No podemos justificar el rechazo a extender ese derecho a los no-humanos a menos que arbitrariamente declaremos que los animales no tienen valor moral, lo cual es una posición que la mayoría de la gente rechaza. Por tanto, si los animales importan moralmente, no podemos tratarlos exclusivamente como recursos y debemos reconocer que el derecho a no ser propiedad excluye toda nuestra explotación institucionalizada sobre los animales. Los abolicionistas —de acuerdo a mi uso del término— rechazan la domesticación y defienden que los no-humanos no deben ser traídos a la existencia para el uso de los humanos, sin importan cuán "humanitario" sea.

Hay otra manera en la que podemos llegar prácticamente a la misma conclusión pero sin invocar la noción de derechos. Todos poseemos la intuición moral de que no debemos imponer innecesariamente sufrimiento y muerte sobre seres sintientes; que en condiciones iguales, el hecho de que un acto cause o resulte en sufrimiento de un ser sintiente es algo que va en contra de considerar que ese acto es moral. Hay, por supuesto, un gran desacuerdo cuando se trata de esclarecer lo que significa necesidad aquí, pero por lo general estamos de acuerdo en que no podemos señalar el placer, la diversión, o la conveniencia como algo que implice necesidad o una buena razón. Esto por esto que la mayoría de nosotros nos oponemos, por ejemplo, a las peleas de perros o las corridas de toros, o los vídeos de "aplastamiento", que pretenden erotizar el aplastamiento de animales pequeños mediante el pie de una mujer.

La perspectiva abolicionista es que casi todo el uso de animales se lleva a cabo sólo por placer, diversión o conveniencia. El uso animal más significativo en términos numéricos y por importancia cultural, es el uso de animales para comida. Matamos anualmente a 58 mil millones de animales terrestres, y un número indeterminado, aunque no menor, de animales acuáticos para comida. Comer animales se ha justificado tradicionalmente, al menos en parte, apelando a la salud humana y su correcta nutrición. Estos motivos, sin embargo, se han visto rebatidos y hoy en día está reconocido oficialmente que una dieta vegana es apta para nuestra salud. Incluso un número creciente de profesionales de la salud señalan que comer animales es perjudicial para la salud humana. Y no hay controversia respecto del hecho que la ganadería es un desastre ecológico. La mejor justificación para el abrumador sufrimiento y las muertes que conlleva el uso de animales para comida es que saben bien, estamos acostumbrados a comer animales, y resulta conveniente. Así, el 99% del uso de animales es claramente frívolo y contraviene el principio moral fundamental que decimos asumir.

El único uso de animales que no es evidentemente frívolo, y que requiere un análisis basado en derechos, se refiere al uso de animales para curar enfermedades humanas. Pero, dejando a un lado el hecho de que hay objeciones serias acerca de los beneficios de la salud humana que supuestamente se han conseguido gracias a la vivisección, no podemos justificar moralmente que usemos animales en experimentos cuando no podemos justificar usar a los humanos de la misma manera. Consideramos que los humanos tienen el derecho fundamental de no ser usados exclusivamente como recursos. No podemos justificar que no extendamos el mismo derechos a los no-humanos.

II.

Segundo; un corolario del rechazo al uso de animales es que los abolicionistas no apoyan campañas para la reforma del uso de animales. Esto es, los abolicionistas no apoyan campañas de bienestar animal que supuestamente mejoran el trato hacia los animales que son explotados.

Como cuestión teórica, si la explotación animal no puede ser justificada moralmente, entonces no debemos apoyar campañas que, supuestamente, hacen que la explotación sea más "humanitaria".

Como cuestión práctica, la reforma del bienestar animal no funciona debido al estatus de los animales como propiedad. Cuesta dinero proteger los intereses de los animales y sólo protegemos los intereses de los animales cuando nos reporta un beneficio, que casi siempre suele ser económico. El estatus de propiedad de los animales tiene el efecto de limitar de manera estructural los beneficios que la reforma podría proporcionar a los animales y la mayoría de reformas no hacen otra cosa más que modificar prácticas de manera que, por ejemplo, incrementando los gastos de acondicionamiento se reduzcan los gastos de veterinaria y esto tenga como efecto que se mejore la eficiencia de la producción para los explotadores institucionales. Incluso en situaciones en las que los costes de producción se incrementan, este incremento raramente exceda la elasticidad de la demanda en el mercado y el mercado de productos animales no es afectado negativamente. La reforma bienestarista, por tanto, no hace nada por erradicar el estatus de propiedad de los animales. Más aún, las medidas de bienestar animal consiguen que el público se sienta mejor acerca de la explotación animal y esto motiva a continuar con el uso de animales.

El enfoque abolicionista de los derechos animales, además de rechazar las campañas reformistas del bienestar animal, rechaza las campañas monotemáticas que buscan prohibir determinados usos de animales más que reformar los estándares de la explotación. Por ejemplo, los abolicionistas no promueven campañas contra las pieles o contra el foie-gras. Este tipo de campañas conlleva la idea de que ciertas formas de explotación son peores que otras y —en una cultura que considera que el uso de animales es moralmente aceptable como cuestión general— que aquellas que no son denunciadas sean vistas como moralmente más aceptables. Así la piel es vista como mala; el cuero y la lana son vistas como alternativas más aceptables. El foie-gras es visto como algo malo; los otros productos alimenticios de origen animal son vistos como mejores y más aceptables. Más aún, en tanto que la gente siga pensando que comer animales es moralmente aceptable, por lo general no asumirán que haya que rechazar determinados usos de animales. Las campañas monotemáticas contra la piel y determinados productos animales [foie-gras, carne de ternera,...] han existido durante décadas y resulta que esos productos actualmente tienen una demanda muy alta.

III.

Tercero; el enfoque abolicionista reconoce el veganismo como una base moral y mantiene que no podemos trazar una distinción consistente entre la carne y los demás productos de la explotación animal, como los lácteos, los huevos, así como entre los productos alimenticios y los productos de vestimenta u otros fines. Si los animales importan moralmente, no podemos justificar el comerlos, usarlos para vestimenta o utilizarlos en general. Quienes se consideran abolicionistas no pueden consumir productos de la explotación animal de la misma manera que un abolicionista de la esclavitud no puede poseer esclavos humanos. El enfoque abolicionista ve el veganismo como la única respuesta racional a la idea de que los animales tienen un valor moral. Esto es, si los animales tienen un valor moral y no son cosas que existen como recursos para los humanos, como medios para los fines humanos, entonces no podemos justificar comerlos, usarlos para vestimenta, o utilizarlos en general.

El enfoque abolicionista ve el problema de la explotación animal primeramente como una cuestión relacionada con la demanda y no con la oferta. Esto es, el problema no es que haya explotadores legales que proporcionan productos animales al público en general; el problema es que la gente demande esos productos. Los bienestaristas ven la solución primeramente —y algunos de forma exclusiva— en conseguir que la explotación sea más "humanitaria" mejorando las regulaciones sobre el trato a los animales. Los abolicionistas entienden que la solución pasa en primer lugar por reducir la demanda consiguiendo que la gente asuma que la explotación animal no puede ser moralmente justificada y en consecuencia adopten el veganismo.

Como forma de activismo, un abolicionista debe implicarse en la educación vegana creativa y no-violenta, que puede adoptar tantas formas como la imaginación pueda concebir. Distribuir comida vegana y repatir folletos en las calles, dar charlas en centros educativos, organizar manifestaciones pacíficas, educar a la familia y amigos acerca de la explotación animal y el veganismo, son cosas que pueden ayudar a fomentar el veganismo como la posición obligada para todos a los que les importan los animales.

IV.

Cuarto; una parte importante del enfoque abolicionista es que liga el estatus moral de los no-humanos a la sola sintiencia y a ninguna característica cognitiva. La sintiencia es la conciencia subjetiva; alguien que percibe y experimenta el mundo. Un ser sintiente tiene intereses; esto es, preferencias, intenciones y deseos. Si un ser es sintiente, entonces éste es el único requisito necesario y suficiente para que ese ser tenga el derecho a no ser usado como medio para fines humanos, lo cual, correlativamente, impone que tenemos la obligación moral de no usar a ese ser como recurso. No es una cuestión de utilizar "humanitariamente" a ese animal. Aunque menos sufrimiento fuera mejor que más sufrimiento, ningún uso puede ser moralmente justificado.

Aunque Singer se centra en la sintiencia como requisito necesario y suficiente para la consideración moral, él no cree que la sola sintiencia sea suficiente para apoyar la presunción en contra de su uso como recurso reemplazable, la cual sí aplica a todos los humanos "normales". Esto es, debido a que los humanos son conscientes de sí mismos y tienen una previsión de futuro, es una tragedia que sean matados y Singer considera que deben ser protegidos con un cierto "derecho a la vida". Aunque Singer cree que los primates no humanos, los delfines, y los elefantes son similares a los humanos en lo que respecta a su nivel de conciencia, hay dudas sobre los otros animales y esto conduce a Singer a rechazar la noción de veganismo como un principio moral. Singer se describe a sí mismo como un "flexitariano", y defiende que se puede ser un "omnívoro consciente" como una "posición ética defendible" y señala que ser un vegano coherente es algo "fanático".

El enfoque abolicionista rechaza esa postura y mantiene que cualquier ser que es sintiente es un ser consciente en lo que se refiere al hecho de tener un interés en continuar existiendo, y que los humanos tenemos la obligación de no tratar a ese ser exclusivamente como un recurso, independientemente de cuán "humanitario" fuera el trato. Ninguna otra característica cognitiva más allá de la sintiencia es necesaria, y la posición de Singer de que sólo aquéllos con una conciencia parecida a la humana tienen un interés moralmente relevante en continuar existiendo es especista.

V.

Quinto, el enfoque abolicionista de los derechos animales rechaza el especismo porque, al igual que el racismo, el sexismo, el heterosexismo, y el clasismo, se basa en un criterio irrelevante [la especie] para despreciar y discriminar los intereses de unos seres sintientes. La oposición al especismo tiene sentido sólo como parte de una posición general en contra de todas las formas injustas de discriminación. Esto es, no podemos oponernos al especismo y decir que como activistas no tenemos una posición sobre las otras formas similares de discriminación. No podemos decir que rechazamos la especie como un criterio moralmente objetable para discriminar y despreciar los intereses de los no-humanos pero que no tenemos una posición sobre que la raza, el sexo, la orientación sexual sean criterios moralmente objetables cuando se trata de discriminar y despreciar los intereses humanos. Nuestra oposición al especismo requiere que nos opongamos a toda esa discriminación.

VI.

Sexto; el enfoque abolicionista incorpora el principio de la no-violencia y rechaza la violencia como un medio para conseguir justicia por los animales. El enfoque abolicionista ve el problema de la explotación animal como un problema de violencia y no ve la violencia como una solución al problema. Más aún, el enfoque abolicionista reconoce que cualquier activismo violento contra los explotadores institucionalizados es inevitablemente arbitrario en tanto que los consumidores de explotación animal no son diferentes a ellos.

20 de noviembre de 2013

Algunas reflexiones sobre Melissa Bachman y el león



Melissa Bachman, que es la presentadora de un programa de caza llamado Deadly Passion [Pasión Mortal], anunció el pasado 1 de noviembre en su página de Facebook que había matado a un león en Sudáfrica y publicó esta foto:



La respuesta fue extraordinaria. Según un reportaje: "Bachman se encontró recibiendo deseos de muerte e insultos obscenos así como críticas en Twitter, Yotube y otras redes sociales que la condenaban por sus jactanciosas escapadas de caza." Según otro reportaje: "Más de 250.000 personas han firmado una petición pidiendo a Sudáfrica que deniegue en el futuro la entrada de Melissa Bachman, una cazadora cuya foto posando sonriente junto a un león muerto ha provocado una considerable indignación."

Y, lo cual no sorprende a nadie, las grandes corporaciones bienestaristas están acelerando para crear una campaña de recaudación que incluye una petición para incluir a los leones como especie protegida según el Acta de Especies en Peligro en los Estados Unidos de América.

Yo publiqué una nota sobre esto en mi página de Facebook pero tuve que borrar los comentarios y cerrar la publicación debido a los comentarios violentos y horriblemente misóginos que se hicieron.

La gente está enfadada porque Bachman mató a un león innecesariamente. No había necesidad ni compulsión en ella para hacerlo. Ella no mató al león en defensa propia. Ella mató al león porque disfruta matando animales.

Y muchos de nosotros pensamos que eso es terrible; no creemos que debamos hacer sufrir y morir a los animales sólo porque obtengamos placer de ello.

¿O sí lo creemos?

Matamos y comemos a 56.000 millones de animales terrestes sin contar a los marinos. No hay necesidad ni compulsión. No necesitamos comer animales para tener una salud óptima y la ganadería es un desastre medioambiental.

La mejor justificación que tenemos para imponer sufrimiento y muerte a billones de animales, muchos de los cuales han tenido vidas más espantosas que la que tuvo el león que mató Bachmann, es que saben bien.

¿Por tanto qué es exactamente lo que distingue a quienes consumen animales de Bachman?

Se trata de una cuestión retórica: no hay distinción moral coherente entre ella y nosotros si consumimos animales. El hecho de que Bachmann mate "especies singulares" y que nosotros matemos pollos, cerdos, vacas y peces es completamente irrelevante.

El asunto Bachman no es diferente de la esquizofrencia moral que presenciamos en los casos de Michael Vick, Mitt Romney y Kisha Curtis.

El lado positivo es que cada vez que aparece uno de estos casos nos reafirmamos en nuestra creencia basada en la intuición moral de que es moralmente erróneo imponer sufrimiento o muerte a los animales sin una buena razón. Irónicamente, ya contamos con todo lo necesario para rechazar la explotación animal. Es sólo cuestión de darnos cuenta de que no hay una diferencia moralmente relevante entre disparar a un león por diversión y comer un filete porque te da placer. En ambos casos, hemos destruido una vida sin una buena razón.

Esperemos que estos episodios de esquizofrenia moral aporten la luz necesaria para que al menos algunos tomen la decisión de aplicar su moral a lo que introducen por su boca y se hagan veganos.

14 de septiembre de 2013

Cambiemos de tema



En estos momentos, la discusión acerca de nuestra relación con los demás animales está focalizada en el trato y en cómo “mejorar” la explotación animal. Al mismo tiempo, no hay realmente ningún debate serio acerca de la moralidad del uso mismo de animales nohumanos.

Pero, de acuerdo con ciertas investigaciones, si conseguimos que el 10% de la población esté firmemente convencida de que no podemos justificar ningún uso de animales nohumanos, se conseguiría la difusión de esa idea, y de ese modo conseguiríamos tener una debate social diferente. 

Y el paradigma moral podría empezar a cambiar.

Por tanto, esforcémonos en cambiar de tema: desde el trato hacia el uso; desde el bienestar hacia la abolición; desde la “explotación feliz” hacia la no-explotación.


10 de septiembre de 2013

La violencia "compasiva" no es la solución




El servicio de noticias BBC reportaba la siguiente noticia:
«Un nuevo estudio sugiere que casi un cuarto de los hombres encuestados en seis países de Asia y el Pacífico ha violado al menos a una mujer, la mayoría dentro del matrimonio o de una relación.»
Esto es una suma desgracia pero no es una sorpresa. La violación y el acoso sexual son una realidad diaria que millones de mujeres padecen a lo largo de todo el mundo.

Cada vez que equiparo el promover la explotación animal "humanitaria" con promover la violación "humanitaria", los bienestaristas dicen que hay una diferencia porque todo el mundo está de acuerdo en que la violación está mal pero sólo una minoría rechaza actualmente la explotación animal, por lo tanto promover la explotación "humanitaria" en el contexto actual es un paso provisional bueno y "compasivo".

Dejando a un lado la ilógica de creer que el hecho de que algo no sea considerado unánimente como injusto no significa que no debemos ser claros en rechazarlo, los bienestaristas se equivocan al decir que todo el mundo se opone a la violación. La violación y el acoso sexual constituyen una violencia extendida contra las mujeres.

Y no sólo ocurre en Asia (así que, por favor, no consideren esto como una cuestión racista o etnocéntrica). Esto ocurre en todo el mundo. Una de cada seis mujeres en Estados Unidos ha sido víctima de violación o intento de violación, sin contar aquellas violaciones y otras formas de acoso sexual que no son denunciadas. 

Debemos decir no a la violencia, ya sea contra humanos o contra no-humanos. La solución no es en ningún caso una violencia más "amable".

La violencia no debería ser caracterizada como "compasiva". La violencia es violenta, no compasiva.

*****

Si no eres vegano, por favor, hazte vegano. El veganismo se basa en la no-violencia. Primero, y sobre todo, en la no-violencia sobre otros seres sintientes. Y también está relacionada con la no-violencia sobre el planeta y sobre nosotros mismos.

Y nunca crean la insensata noción de que tenemos que aceptar y promover "la explotación feliz" para llegar al veganismo. Es lo opuesto: toda la industria de la "explotación feliz" tiene un solo objetivo: hacer que la gente se sienta cómoda respecto de la explotación animal.



7 de septiembre de 2013

Las reformas de la esclavitud ocurrirán igualmente




Los bienestaristas siempre dicen que si abogamos por el veganismo abolicionista en lugar de apoyar reformas en la explotación animal y posiciones alternativas al veganismo, perderemos la oportunidad de conseguir los beneficios que esas reformas les proporcionararían a los animales esclavizados.

Asumiendo que esas reformas realmente proporcionen algún beneficio, una mera suposición, si hubiera una comunidad vegana/abolicionista activa y presente desafiando todo uso de animales ¿creen que los explotadores institucionales lo ignorarían y no harían nada?

Por supuesto que no.


Los negocios de explotación animal tratarían de convencer a la población de que pueden lograr una industria más 'humanitaria' haciendo pequeños cambios mediante reformas bienestaristas. Así que esas reformas se llevarían a cabo en ausencia de activistas que aboguen por ellas.


Por lo tanto, abogar por el veganismo abolicionista no significaría el fin de las reformas bienestaristas. Sería, sin embargo, el fin de los animalistas que ponen un sello de aprobación sobre la 'explotación feliz', que es lo que está sucediendo ahora y lo que está impulsando el movimiento en una sola dirección: hacia atrás.



5 de septiembre de 2013

Comprendiendo la postura bienestarista




Piensen acerca de esto:

Joe el Abusador está agrediendo a un niño con palo grande. Entonces lo suelta y escoge un palo más pequeño, con el que causarle algo menos de dolor, y continúa pegando al niño

¿Es mejor que utilice el palo pequeño? Sí.

Siempre es mejor causar un “mal menor” en lugar de un “mal mayor”. Pero un “mal menor” y un “mal mayor” siguen siendo ambos un mal.

¿Deberíamos hacer campañas para pedir que abusadores como Joe utilicen palos pequeños cuando agredan a niños inocentes? Por supuesto que no.

Pero eso es exactamente lo que las organizaciones animalistas están haciendo con sus campañas bienestaristas que promueve los huevos “camperos”, o la explotación de cerdos “sin jaulas de gestación”, etc…

¿Deberíamos darle las gracias a Joe porque que él está llevando a cabo un “pequeño paso” para dejar de ser un acosador al escoger un palo pequeño? Por supuesto que no.

Pues eso es exactamente lo que los grupos bienestaristas están haciendo cuando animan a la gente a consumir huevos “camperos”, o carne “ecológica”, o cuando les dan premios a los explotadores.

¿Deberíamos pensar que aquellos que critican lo que Joe está haciendo no están siendo “comprensivos” hacia Joe, ya que él está dando “pequeños pasos” en la dirección “correcta”? Por supuesto que no.

Pero eso es exactamente lo que están diciendo quienes apoyan el bienestarismo: si decimos que aquellos que consume productos animales “felices” continúan involucrados en una acción que es moralmente errónea, entonces no estamos siendo “comprensivos”.

¿Sería acertado decir que aquellos que critican lo que hace Joe están “insultando” a Joe? Por supuesto que no.

Pero eso es exactamente lo que los bienestaristas afirman. Si un abolicionista les dice a los bienestaristas que promoviendo huevos “camperos” o carne “feliz” (o cualquier otro producto derivado de animales nohumanos) no está bien, entonces ellos le acusan de “insultar” o “acosar”.

La diferencia entre el enfoque abolicionista y la perspectiva bienestarista está muy clara. Sólo tenemos que decidir en cuál de las dos queremos establecer nuestra moral.

*****

Si no eres vegano, por favor, hazte vegano. El veganismo es acerca de la noviolencia. Primero y fundamentalmente, acerca de la noviolencia contra otros seres sintientes. Pero también es acerca de la noviolencia contra la Tierra y contra uno mismo.

Y nunca creas la absurda idea de que tenemos que promover la explotación “humanitaria” para conseguir que la gente se haga vegana. Es al contrario: toda la industria de la explotación “feliz” sólo tiene un objetivo: hacer que la gente se sienta más a gusto consumiendo animales.




2 de septiembre de 2013

Burlándose de Gandhi






En el siglo V (d.C), Agustín de Hipona escribió: "Cum dilectione hominum et odio vitiorum", lo cual significa: "Con amor hacia la humanidad y odio hacia los pecados". Esta expresión la popularizó Gandhi al proclamar: "Odio hacia el pecado; amor hacia el pecador".

Es un buen consejo. No debemos juzgar a otras personas porque en realidad no podemos saber que hay en sus corazones. Pero sí podemos juzgar una conducta como correcta o incorrecta. Y cuando una conducta implica imponer sufrimiento y muerte a otros innecesariamente, entonces no sólo podemos juzgar dicha conducta sino que debemos hacerlo. Esto es lo que significa tomarnos la ética en serio.

Aplicando esto a nuestra relación con los demás animales, podremos decir, por ejemplo, que no vamos a juzgar a aquellos que están involucrados en la explotación animal pero que vamos a dejar muy claro que la explotación de los animales nohumanos es moralmente incorrecta.

Así es como entiendo la ética animal. No tengo interés en juzgar a los individuos. Mi intención consiste en explicar que toda forma de explotación animal es moralmente injusta y que si los demás animales importan moralmente entonces no podemos justificar el comerlos o utilizarlos para cualquier otro propósito. Mi intención es dejar muy claro que si los animales no-humanos importan moralmente entonces el veganismo es la única respuesta racional.

Los bienestaristas tienen un gran problema con esto.

Ellos creen que no debemos juzgar a los individuos pero que tampoco podemos juzgar la conducta de participar en la explotación animal como moralmente incorrecta. Los bienestaristas dicen que no debemos juzgar a la persona que, por ejemplo, consume huevos de gallinas no enjauladas (huevos "camperos" o "ecológicos") ni tampoco debemos rechazar su conducta, en tanto que participa de la explotación animal, porque eso no sería "compasivo" respecto de la persona que está consumiendo esos huevos provenientes de una explotación "humanitaria".

Los bienestaristas afirman que no debemos juzgar a los vegetarianos que consumen huevos y lácteos, y que tampoco debemos decirles que el consumo de huevos y lácteos constituye explotación animal porque eso no sería actuar de forma compasiva hacia los vegetarianos.

Cada vez que proclamamos que el veganismo debe ser nuestra inequívoca base moral, y que debemos rechazar la explotación "humanitaria", tendremos a un coro de bienestaristas cantando el mantra de que criticar el no-veganismo y la explotación "feliz" es actuar sin compasión y empatía hacia aquellos que están involucrados en la explotación animal.

Si pensamos sobre esto nos daremos cuenta de que es absurdo. El bienestarista convierte el consejo de Gandhi, y de Agustín de Hipona, en algo sin sentido: "Ama el pecado y ama al pecador". Los bienestaristas pretenden que no condenemos la explotación animal porque eso podría ofender a quienes participan en ella, evitando así que dejen de hacerlo. 

Pero eso no es más que un rechazo hacia el valor moral de los animales nohumanos. Y esto es el problema fundamental del bienestarismo. El bienestarismo rechaza la noción de igual valor moral entre humanos y no-humanos, y refuerza el antropocentrismo que ha sostenido la explotación animal durante miles de años. Esto es por lo que Peter Singer, denominado como "padre del movimiento los derechos animales", puede decir por un lado que todos los animales (humanos y no-humanos) son iguales, al mismo tiempo que considera que quienes toman al veganismo como un principio coherente son "fanáticos" y afirma que consumir productos de la explotación animal "humanitaria" es meramente un "lujo".

Los bienestaristas se apropian de un concepto —la compasión y la empatía—y lo convierten en una excusa para aprobar una conducta dañina. Dicen que no debemos juzgar al individuo y que tampoco debemos juzgar su conducta.

Renunciar a juzgar una conducta, o no juzgarla correctamente, ha formado parte de la mayoría de los desastres morales que se han producido a lo largo de la historia. Este problema está en la raíz que causa la explotación animal y en la desgraciada existencia de un movimiento que promueve la absurda e injusta idea de que puede haber una explotación "humanitaria".

Nada de esto tiene que ver con la empatía. Tiene todo que ver con poner un sello de aprobación al daño que cometemos. Tiene todo que ver con declarar que la injusticia es aceptable poniendo a la compasión como excusa.

Y todo esto es producto de una manera pensar profundamente confusa.

*****

Si no eres vegano, por favor, elige el veganismo. 

Y no creas el absurdo de que necesitamos una explotación "humanitaria" antes de conseguir el veganismo. Es al contrario; la industria de la explotación humanitaria sólo tiene un objetivo: que la gente se sienta a gusta explotando a los demás animales.

El mundo es vegano si lo quieres.

30 de agosto de 2013

Habilitando la explotación animal




McDonald’s anunció un nuevo burrito vegetariano no-vegano.

Y algunos de los grupos bienestaristas, como Vegan Outreach, está diciendo “!Progreso para los animales!” 

¿Progreso? 

Pienso que no.

Piensen en esto. Hay, en esencia, dos grupos de personas: (1) aquéllas a quienes les preocupa moralmente los animales pero continúan comiendo comida proveniente de animales y usan productos animales; (2) aquéllas que realmente consideran a los animales como cosas y a quienes no le preocupan los animales.

Debemos ser capaces de cambiar los corazones y mentes de algunos de los del segundo grupo, pero la real audiencia a la que nos dirigimos está en el primer grupo.

Y, con respecto a aquéllos a quienes le importan moralmente los animales, nunca deberíamos alentar el consumo de ningún producto animal. Debemos dejar siempre en claro que si nosotros consideramos que los animales tienen valor moral, el veganismo es la única respuesta posible. No deberíamos promover nada menos que el veganismo. 

Ciertamente que no deberíamos alentar a las personas a pensar que hacemos lo correcto por los animales cuando comemos un burrito no-vegano en McDonald’s.

Si alguien a quien los animales le importan quiere ser menos que vegano, debería ser su elección y no el resultado de “defensores animales” que ponen un sello de aprobación en cualquier consumo de productos animales.

El nuevo producto de McDonald’s no es vegano. Solo por eso, los veganos no deben promoverlo o elogiarlo o alentar su consumo. Y sigue siendo un misterio para mí entender porqué los bienestaristas creen que promover a McDonald’s puede alguna vez ser en el interés de los animales. 



27 de agosto de 2013

Regulación del bienestar animal, “explotación feliz,” y especismo




El problema: tratar a los humanos y a los no-humanos de forma diferente

Sostengo que, si no podemos justificar moralmente la explotación animal, no debemos proponer la explotación [supuestamente] más “humanitaria” o “feliz.”

Algunas de mis razones para mi posición son más prácticas.

Por ejemplo, no creo que las reformas bienestaristas, que son el objetivo de las campañas bienestaristas mantenidas por las grandes organizaciones, otorguen un nivel significativo de protección para los animales no humanos. Por ejemplo, para las gallinas ponedoras, creo que la diferencia entre una jaula en batería convencional y una jaula enriquecida es la diferencia entre la tortura y un poquito menos de tortura ─en el mejor de los casos. Estas reformas, tal como son en realidad, por lo general entran en vigencia gradualmente durante un período prolongado, y a veces no lo hacen en absoluto. Y siempre hay problemas para hacer cumplir estas reformas de manera de asegurar que se implementen.

Más aun, creo que la mayoría de estas reformas se producirían de todos modos, porque tratan de modificar prácticas que son económicamente ineficientes —por ejemplo, el aturdimiento eléctrico de los pollos a favor de la matanza en atmósfera controlada, eliminación del cajón de los terneros a favor de pequeñas unidades sociales— o, en la medida en que aumentan los costos de producción, lo hacen ligeramente y, en general, la industria se beneficia —por ejemplo, la jaula en batería enriquecida.

Y creo que cuando las organizaciones animalistas apoyan las reformas bienestaristas, no pueden sino ayudar a presentar los productos supuestamente "de mayor bienestar" como algo moralmente deseable, y como resultado, a más explotación "compasiva", y que tienen el efecto de alentar a las personas que se preocupan por la moralidad de consumir animales a continuar consumiendo animales, en vez de enfocarlos en el veganismo como base moral y como la clara respuesta ─como cuestión individual tanto como social─ al problema de la explotación animal. Así que la búsqueda de la reforma bienestarista tiene el efecto de ser contraproducente en términos del avance del veganismo.

En este ensayo, discutiré algunos de estos temas prácticos, pero lo haré en el contexto de la exploración de una razón más teórica para rechazar la reforma bienestarista ─que creo que es el especismo inherente del enfoque bienestarista.

Aunque la violación ocurre con frecuencia alarmante, no tenemos campañas para una violación “humanitaria.” El abuso de menores es una epidemia, pero no hacemos campaña por un abuso de menores “humanitario.”

La esclavitud existe en varias partes del mundo y hay millones que están esclavizados, pero no hacemos campaña para la esclavitud "humanitaria."

Pero cuando se trata de animales, muchos defensores de los animales hacen campaña por y promueven la explotación [supuestamente] "humanitaria" o "feliz." 

Veo problemático este comportamiento, que difiere dependiendo de si el contexto implica a los humanos o no.

Un ejemplo: ¡Qué barato! $1.99 por libra de pollo “feliz”

Consideremos un ejemplo de lo que estoy hablando.

Aquí hay un letrero que vi a la entrada de mi Whole Foods local:



Además de anunciar la venta de un pobre pollito cuya triste pequeña vida es aparentemente de un valor de $1.99 por libra, el letrero dice "Asociación Mundial, Bienestar Animal Clasificación 2: Ambiente Enriquecido."

La Global Animal Partnership es "una organización benéfica sin fines de lucro fundada en 2008," que reúne agricultores, científicos, ganaderos, comerciantes y defensores de animales ─un grupo diverso con el objetivo común de querer mejorar el bienestar de los animales en la cría para comida. Nuestro programa de firmas, las Reglas de Clasificación de los 5-Pasos de Bienestar Animal, reconoce y premia a los productores por sus prácticas de bienestar, promueve y facilita el mejoramiento continuo, y mejores informes para los consumidores respecto de los sistemas de producción que decidan apoyar."

Un “ambiente enriquecido” significa que los pollos se mantienen en el interior, pero les dan cosas, tales como plataformas elevadas o fardos de heno, que permiten la expresión de comportamientos naturales.

Wayne Pacelle, CEO de la Humane Society of the United States, está en el Consejo de Directores de la Global Animal Partnership.

Pero antes de que critiquen a la HSUS, tengan en cuenta que Pacelle no está solo en su apoyo del programa Whole Foods de "explotación feliz." A mediados de la década de 2000, cuando Whole Foods comenzó su programa de "explotación feliz", casi todas las grandes organizaciones animalistas en los Estados Unidos ─People for the Ethical Treatment of Animals, Farm Sanctuary, Mercy For Animals, Compassion Over Killing, yVegan Outreach─ se unieron a Peter Singer y HSUS para expresar su "reconocimiento y apoyo" al programa"pionero" Whole Foods, de lo que llamo "la explotación feliz."



Whole Foods ─muy comprensiblemente─ usó esta carta para propósitos de relaciones públicas. A Peter Singer le preguntaron al respecto:
«¿Cómo se siente respecto de la publicación de esa carta publicada en la sección de relaciones públicas del sitio web de Whole Foods y de que, cuando le preguntaron por tratamiento de los animales de granja y los estándares humanitarios, John Mackey se refiere a ella?»
Singer contestó:
«No tengo ningún problema al respecto. Apoyo lo que la carta dice y son bienvenidos a usarla. Quiero decir, la escribimos para ellos, esperando que la usen. No fue solo una carta personal para que John Mackey ponga en su archivo.»
PeTA le dio un premio a Whole Foods:



VegNews tiene al CEO de Whole Foods en su tapa, dándole un premio a Mackey, y llamando a Whole Foods “El negocio favorito de comida natural” por cuatro años consecutivos.

Permítanme decir claramente aquí que considero que la colaboración entre los animalistas y Whole Foods como poco menos que obscena. Es de veras moralmente repugnante. La mayoría de nosotros nunca podría pensar que algo así sería aceptable en el contexto humano. Imaginen la promoción de cualquier versión "humanitaria" de tortura. Imagínense dando premios a los seres humanos que torturaron a otros seres humanos, pero lo hicieron de manera más "humanitaria." Imagínense haciendo declaraciones públicas que expresen aprecio y apoyo a métodos pioneros de tortura.

Estas cosas son difíciles de imaginar, porque la mayoría de nosotros las descartaría desde el principio, como una posibilidad, en lo que a los seres humanos se refiere. O sea, podríamos decir que, aunque siempre es mejor imponer menos sufrimiento que más sufrimiento, y por lo tanto, que es mejor torturar menos que más, tener una campaña por una tortura más "humanitaria" ─incluso si esto pudiera reducir ligeramente la tortura─ sería erróneo, porque perdería el objetivo: es erróneo torturar a los seres humanos en absoluto.

Es imperativo que aclaremos que nuestra oposición a la tortura no se trata de reducir el sufrimiento; se trata de la afirmación de un derecho humano básico.

Pero los que promueven campañas de bienestar animal y que expresan su reconocimiento y apoyo a los programas pioneros de la "explotación feliz" en situaciones en las que no apoyarían campañas similares si estuvieron involucrados los seres humanos, están haciendo justamente eso: están negando el derecho moral fundamental de los animales no humanos a no ser tratados como recursos reemplazables.

En mi opinión, esto implica especismo: estamos tratando la explotación de los humanos y la explotación de los no-humanos de maneras diferentes, y no tenemos una buena razón para hacerlo.

Ahora aquí hay una sorpresa: Los neobienestaristas no están de acuerdo conmigo

Pero los defensores de los animales que apoyan la reforma bienestarista no están de acuerdo conmigo. Me dicen que los defensores de los animales deberían apoyar campañas bienestaristas. De hecho, en un reciente evento al que asistí, Bruce Friedrich, de Farm Sanctuary, antes miembro de PeTA —tanto Farm Sanctuary como PeTA firmaron la amorosa carta de Singer a Whole Foods— me dijo que era "profundamente especista" porque me opuse a tales programas.

Así que, de acuerdo con los partidarios de la reforma bienestarista, si me opongo al programa de "explotación feliz" de Whole Foods, o si no voy a apoyar la campaña por las jaulas en batería "enriquecidas" para las gallinas, promovida por la United Egg Producers, el grupo comercial de la industria del huevo que conduce, en colaboración con la HSUS, Mercy For Animals, Farm Sanctuary, Compassion Over Killing, y otros, o si critico a HSUS y a Mercy For Animals por promover a la carne de cerdo "libre de cajón" como lo correcto, no sólo estoy siendo especista, sino que estoy siendo "profundamente especista."

Sin duda, esta sí que es una afirmación extraña.

¿Significa que estos regulacionistas apoyarían campañas para la violación, el abuso de menores o la esclavitud “humanitaria” de los humanos?

En términos generales, ellos no están dispuestos a decir que apoyarían tales campañas cuando se trata de seres humanos.

Entonces, ¿cómo responden los defensores del bienestar animal a mis afirmaciones de que apoyamos las campañas de reforma bienestarista y "explotación feliz", pero que no apoyamos campañas para una violación, pedofilia o esclavitud más "humanitarias"? Es decir, ¿cómo evitan la clarísima realidad de que tratamos situaciones que implican a los no humanos de manera diferente a la manera en que tratamos a las relacionadas con seres humanos?

Los regulacionistas suelen responder que la explotación animal es un fenómeno generalizado y aceptado y que la violación, la pedofilia y la esclavitud son todas rechazadas, y no están generalizadas porque ya hay fuertes normas morales contra ellos y leyes que las prohíben. Afirman que las campañas que promueven la violación, la pedofilia, la esclavitud "humanitarias", debilitarían esas normas y leyes, mientras que no hay normas fuertes en contra de la explotación animal y no hay leyes prohibiendo el abuso animal en la mayoría de las circunstancias, y, por tanto, las reformas bienestaristas y los programas de "explotación feliz" fortalecerán aquellas normas y traerán más leyes como resultado.

Este argumento falla en sus propios términos.

Campañas para cometer infracciones más "humanitarias" de los derechos básicos frente a las campañas para extender los derechos de las personas

En cuanto a las supuestamente fuertes normas y leyes relativas a la violación, la pederastia y la esclavitud, dudo que las muchas, muchas, muchas víctimas de violación, abuso de menores y esclavitud estuvieran de acuerdo.

Cualquiera sean las normas y leyes existentes, la realidad es que todavía hay una enorme cantidad de violación y otros abusos sexuales. Una de cada seis mujeres norteamericanas ha sido víctima de violación o intento de violación, y la violación y otras formas de abuso sexual a menudo no se denuncian.

Cada año, se informa que se abusa aproximadamente de 6 millones de niños. Otra vez, es imposible saber cuántos casos de pederastia hay. Pero es una enorme cantidad.

Y aunque la esclavitud está prohibida en todas las naciones, y por las normas del derecho internacional consuetudinario, hay un número estimado de 27 millones de esclavos en el mundo ─el mayor número que en cualquier otro momento de la historia humana.

Muchas personas piensan que si hay leyes que prohíben algo, eso significa que hay una norma moral en contra de ese comportamiento y que el comportamiento raramente ocurre. Eso es simplemente erróneo, y refleja una comprensión ingenua de la ley. Piensen en ello. Hay leyes contra el exceso de velocidad cuando se conduce un vehículo de motor. ¿Ha conducido últimamente? Del mismo modo, aunque tenemos muchas leyes contra la violación, el abuso de menores y la esclavitud, esos comportamientos no sólo existen todavía sino que ocurren con frecuencia y no son castigados.

Por otra parte, al igual que hay normas contra la violación, el abuso infantil y la esclavitud, y leyes que prohíben estos comportamientos, también hay una muy fuerte norma contra la crueldad contra los animales, y hay leyes que prohíben abusar de los animales. Los bienestaristas evitan la cuestión asumiendo que las campañas de reforma de bienestar y los programas de explotación "feliz" fortalecerán la norma contra el uso de los animales; por el contrario, hay muchas razones para creer que van a tener el efecto contrario, y fortalecerán la idea de que podemos usar/explotar "humanitariamente" a los animales si promulgamos reformas de bienestar y exigimos más trato "humanitario".

Los bienestaristas piensan que la diferencia entre las campañas de violación "humanitarias" y las campañas de explotación de los animales "humanitarias" se basa en gran parte en el hecho de que la explotación de las mujeres o los niños o los esclavos no está tan generalizada como la explotación animal. Como cuestión de hecho, con 7 mil millones de seres humanos vivos en el planeta y 1 billón de animales matados al año solamente para alimentación, !difícilmente sería posible que el valor cuantitativo sea el mismo! Así que no niego que hay una enorme diferencia cuantitativa entre el nivel de abuso humano de cualquier tipo y el abuso de los animales. El punto es que hay normas y leyes que condenan todos estos comportamientos, pero estos aún se producen, no como excepciones sino como una parte de la vida cotidiana.

Hay muchos seres humanos sufriendo de violación, abuso infantil y esclavitud.

¿Por qué no tener una campaña que aliente violaciones “suaves”; un abuso infantil “amable” y más esclavitud “humanitaria”?

Después de todo, los regulacionistas argumentan que, al promover sus reformas bienestaristas, nosotros podríamos preguntar: ¿los animales que están sufriendo ahora querrían esta reforma? Si la respuesta es sí, debemos apoyar la campaña de reforma bienestarista.

Dejando de lado que esas medidas bienestaristas usualmente entran en vigencia —si lo hacen— dentro de varios años en el futuro, así, aplicar esta prueba significa que estamos preguntando, en el 2013, ¿preferiría una gallina en el 2023 estar en una jaula en batería enriquecida o en una jaula en batería convencional? Esa es una pregunta bastante extraña de plantear, si ustedes están buscando una guía respecto de lo que deberían apoyar como una campaña en el 2013, pero apliquémosla a la violación, el abuso infantil y la esclavitud.

Una mujer que está siendo violado por un violador brutal, ¿preferiría ser violada por un violador menos brutal?

Sí, por supuesto.

Un niño que está siendo abusado ¿preferiría ser abusado menos frecuentemente o menos duramente?

Sí, por supuesto.

¿Preferiría un esclavo ser tratado menos duramente?

Sí, por supuesto.

Así que, con esta forma de pensar, debemos apoyar las campañas que tratan de educar a la gente acerca de ser menos brutal y más "humanitarios" cuando emprenden acciones que, a pesar de las leyes, muchos van a realizar de todos modos.

Pero aunque todos estamos de acuerdo en que menos sufrimiento es mejor que más sufrimiento, la mayoría de nosotros no apoyaría ese tipo de campañas. ¿Por qué?

Es fácil. Porque la violación, el abuso infantil y la esclavitud son cosas que no deberían suceder en absoluto. La violación, el abuso infantil y la esclavitud implican violaciones de los derechos básicos que toda persona a quien se considera que tiene la condición moral de persona debe tener. Los derechos fundamentales son derechos para continuar viviendo, estar libre de tortura, violación, mutilación, etc.

A muchos de nosotros nos repugna la idea de que deberíamos tener campañas que persigan más infracciones "humanitarias" a estos derechos básicos. Una cosa es buscar mejoras incrementales una vez que ya no se está persiguiendo la obtención de derechos fundamentales y estamos tratando con derechos que todavía pueden ser muy importantes, pero no son básicos en la forma en que los son los derechos a la vida y a la seguridad física; otra cosa es tener una campaña más "humanitaria" de tortura, violación, abuso infantil, esclavitud, etc.

Para ver la diferencia aquí, vamos a considerar las dos campañas siguientes. La campaña 1 es una campaña para asegurar los derechos de conducción para las mujeres en Arabia Saudí, donde las mujeres no pueden conducir debido a la interpretación de las leyes religiosas. La campaña 2 es una campaña para hacer más humanitaria la lapidación de las mujeres en Arabia Saudí acusadas ​​de hablar con un hombre que no es su marido.

Nuestras intuiciones morales nos dicen que una decisión para apoyar una campaña de conducción puede ser aceptable, particularmente si estuviera ensamblada con una clara e inequívoca demanda por la completa igualdad de las mujeres. Pero ¿una campaña por una lapidación más “humanitaria? No. Nuestras intuiciones nos dicen que tal campaña es moralmente inaceptable y que la única posición que debemos tomar es que ninguna mujer debe ser lapidada en absoluto. Cuando se trata de esos tipos de situaciones, no pensamos en términos de reducir el sufrimiento; pensamos en términos de prohibiciones y queremos dar un mensaje muy claro de que el interés en no ser lapidado por hablar con un hombre es un interés que no puede ser comprometido.

Y sería poco menos que obsceno tener una campaña para una lapidación más "humanitaria", junto con una carta pública de los activistas por los derechos humanos a los infractores expresando aprecio y apoyo a sus métodos pioneros de lapidación.

De igual modo, quiero contrastar una campaña que alienta a un dictador a torturar a los presos políticos menos duramente con una campaña que alienta al dictador a darles la protección de un juicio y del debido proceso a los prisioneros. En el primer caso, la campaña está tratando de hacer que la violación de un derecho fundamental a la seguridad física sea más "humanitaria." En el segundo, la campaña busca un paso más hacia la justicia para un grupo en particular.

Y ¿pueden imaginar una campaña que busque más tortura “suave” y le dé un premio al dictador por sus métodos de tortura más “humanitarios”, y lo coloque al frente de una revista de derechos humanos como forma de celebración?

No puede haber ninguna duda de que hay una diferencia entre una campaña que busca hacer la esclavitud más "humanitaria" al limitar el número de golpes que pueden imponerse a los esclavos, y una campaña que tiene por objeto ampliar y proteger los derechos de voto de los grupos minoritarios que no son esclavos y que se consideran moral y legalmente como personas, y para los que buscamos justicia e igualdad. No puede haber ninguna duda de que hay una diferencia entre una campaña de violación "humanitaria" y una campaña a favor de la plena igualdad de la mujer. No puede haber ninguna duda de que hay una diferencia entre una campaña para el abuso infantil más "humanitario" y una campaña para una mejor educación pública para los niños de sustratos económicamente carenciados.

En el primero de cada uno de los conjuntos anteriores, la campaña busca una infracción más "humanitaria" de los derechos fundamentales de seres que están siendo tratados como cosas; en el último de cada conjunto, la campaña busca asegurar una mayor protección a seres que son considerados como personas pero que están sujetos a alguna injusticia o desigualdad.

Los animales no humanos, criados y matados para consumo humano son, desde una perspectiva institucional, privados de sus derechos fundamentales a sus vidas y a su seguridad física. Se encuentran en una situación similar a los esclavos ─cosas─ que no tienen valor intrínseco. Sólo tienen el valor extrínseco que nosotros, sus dueños, les damos. Los animales no humanos se encuentran en una situación similar a las víctimas del campo de concentración, cuyo mantenimiento y matanza se simplifica para ser lo más mecanizado y eficiente posible. Ellos son víctimas de la explotación institucional donde existe la institución para privarlos de sus derechos básicos y para negar su condición como personas morales.

La mayoría de nosotros no pensaría que sería una buena idea hacer una campaña para una esclavitud más “humanitaria” o para campos de concentración más “humanitarios.” Y ciertamente no haríamos declaraciones públicas elogiando o expresando nuestro “aprecio y apoyo” a los propietarios de esclavos, o caracterizando como “pioneros” al confinamiento o a los métodos de ejecución en los campos de concentración.

Pero sin embargo, la mayoría de las grandes organizaciones animalistas en EE.UU., América del Sur, Europa, Australia, etc., hacen precisamente eso. Promueven campañas por infracciones más "humanitarias" de los derechos morales de los animales. Lo que están haciendo es análogo a promover campañas para una lapidación más "humanitaria." Una campaña por una jaula de batería "enriquecida", o para la matanza de pollos bajo atmósfera controlada, no es similar a hacer campaña por los derechos de las mujeres a conducir en Arabia Saudí como un paso hacia la plena igualdad de las personas, o análogo a los programas a favor de las minorías, o a los programas para mejorar y aumentar los beneficios de Medicaid.

No, no estoy a favor de más sufrimiento animal.

Los regulacionistas afirman que oponerse a sus campañas de “explotación feliz” es oponerse a aliviar el sufrimiento de los animales. Esto es absurdo. Dejando de lado que creo que estas reformas bienestaristas hacen muy poco para incrementar la protección de los animales, no apoyaría estas campañas más de lo que apoyaría una campaña por la lapidación más “humanitaria” de mujeres, o el abuso más “suave” de niños. Más lapidación “humanitaria” y más abuso “suave” puede reducir un poco el sufrimiento, pero sería al precio de aceptar que las instituciones que existen para negar derechos morales fundamentales pueden ser mejoradas. No pueden serlo.

Los regulacionistas afirman que debido a que me opuse a la Proposición 2 en 2008, estuve a favor de más sufrimiento para las gallinas ponedoras en California. Esto es absurdo. Me opuse a la Proposición 2 porque rechazo el enfoque bienestarista y sentí que era importante tomar una posición contra las campañas bienestaristas que se han convertido en una práctica constante del moderno movimiento animalista. Como dije entonces:
si se aprueba, sólo hará que el público se sienta mejor acerca de la explotación animal y resultará en un aumento de la explotación. Los animales continuarán siendo torturados; la única diferencia será que la tortura llevará el sello de aprobación de la Humane Society of the United States, de Farm Sanctuary, y de las otras corporaciones bienestaristas que están promoviendo la Proposición 2. Se dice que aproximadamente 100 organizaciones de criadores están apoyando la Proposición 2. ¿Por qué piensan que esto ocurre? La respuesta es simple. Estos criadores creen que la Proposición 2 les ayudará a obtener ganancias. Y lo hará.
y
es importante que los defensores de los animales envíen un mensaje claro a la Humane Society of the United States, a Farm Sanctuary y a otros grupos, para que esas organizaciones dejen de promover medidas como la Proposición 2. Si la HSUS realmente estuviese preocupada con el sufrimiento animal, entonces debería tal vez gastar una parte de sus $223 millones de dólares en activos y $124 millones en ingresos en la educación vegana. El veganismo reduce la demanda de productos animales y ayuda a cambiar las actitudes sociales, desviándolas de la noción de que es moralmente aceptable el uso de los animales siempre que sea hecho de forma “humanitaria”. Tal posición no resulta en nada, excepto en continuar e incrementar el uso de los animales. Es tiempo de que los defensores digan “no” a esto.
Si los defensores de los animales están obligados a no oponerse a tales campañas, entonces, las grandes organizaciones simplemente continuarán haciéndolas. No oponerse a tales campañas es apoyar la “explotación feliz.” Me niego a apoyar la “explotación feliz.”

Los regulacionistas afirman que si no apoyamos la campaña en favor del reconocimiento como personas de los grandes simios o los delfines, estoy a favor de que esos no humanos continúen sufriendo. Eso es absurdo. No apoyaría esas campañas, cuyas condiciones mueven a los animales del lugar de cosas al de personas sobre la base de la posesión de características similares a las humanas, más que lo que apoyaría una campaña contra la esclavitud humana que aceptara la personalidad legal sólo para los esclavos que fueran de piel clara o tuvieran cierto porcentaje de sangre blanca. Estoy totalmente a favor de sacar a cada gran simio de cada laboratorio y zoológico, y a cada delfín de cada parque marino, pero no voy a apoyar una campaña que dice que el estatus moral depende de tener características similares a las humanas, sobre todo cuando estas campañas a menudo son promovidos por personas que incluso no son veganas, o que salen a decir que la personalidad está relacionada con características más allá de la capacidad de sentir, y que otros animales que son sintientes, pero que no tienen estas características especiales —es decir, parecidas a los humanos— no cuentan como personas.

Los regulacionistas: “Las campañas bienestaristas no indican aprobación para consumir productos de origen animal”

Los regulacionistas no sólo hacen campañas por mejoras en la infracción de un derecho básico, ellos afirman que no ponen un sello de aprobación sobre la explotación más “humanitaria” o “mejorada” que [supuestamente] resulta de implementar la reforma.

La respuesta breve: eso es simplemente absurdo.

¿Cómo sus campañas no podrían poner un sello de aprobación sobre el resultado, supuestamente las formas “mejores” de explotación?

Permítanme decir esto tan simplemente como me sea posible, pero debe ser obvio para cualquiera que piense en esto por un segundo:

Cuando promueven los huevos libres de jaulas o la carne de cerdo criado sin cajones, o cualquier producto "feliz" de origen animal ─carne o de otro tipo─,como la elección "compasiva" o "lo correcto"; cuando patrocinan o promueven o elogian las etiquetas de "explotación feliz"; cuando dan premios a los explotadores; cuando expiden cartas públicas elogiándolos; cuando los celebran en las portadas de revistas y en los sitios web de medios sociales pidiendo a sus seguidores que les den felicitaciones o apoyos, están poniendo un sello de aprobación a la explotación animal supuestamente más suave. Y es absurdo sugerir lo contrario.

Pregunta: ¿cuando alguien ve el anuncio de Whole Foods del pollo orgánico por $ 1.99 por libra, con una "Clasificación de Bienestar Animal" de 2, y comprueba que la Global Animal Partnership a ver que tiene al CEO de la HSUS en su junta directiva, y lee que PeTA, HSUS, Mercy For Animals, Compassion Over Killing, Vegan Outreach, etc., todos han expresado públicamente su "agradecimiento y apoyo" para el programa pionero de Whole Foods de la "explotación feliz", y ha dado premios a Whole Foods y a sus CEO, ¿qué pensaría esa persona?

Respuesta: pensaría exactamente lo que cualquier persona cuerda y racional pensaría: que los animalistas, que son los expertos y que tienen en mente los mejores intereses de los animales, están expresando su aprobación de los productos de origen animal que Whole Foods le venderá; que sería aconsejable comprar esos productos de Whole Foods. Ella puede pensar que a esos grupos idealmente les gustaría que eventualmente se hiciera “veg”, pero simplemente no puede evitar pensar que los expertos le están diciendo que se está comportando moralmente comprando los productos animales “felices” de Whole Foods.

Bruce Friedrich concluyó en un reciente ensayo respecto de huevos provenientes de gallinas enjauladas:
«Hasta el momento, el único negocio de la cadena nacional de comestibles que ha prohibido la venta de huevos de gallinas criadas en jaulas es Whole Foods. El único restaurante que prometió sacarlos de su suministro es Burger King (en 2017). Estas empresas se merecen aplausos por su progreso. Este tipo de jaulas también será ilegal en California en 2015 y en Michigan en 2019, y la legislación para prohibirlas pronto será implementada en Massachusetts (si usted vive en Massachusetts, visite FarmSanctuary.org para actualizaciones).
En Farm Sanctuary nos pasamos la vida con los animales de granja, y no los comeríamos, a ellos o a sus huevos, bajo ninguna circunstancia. Nos espanta el abuso de las gallinas en todos los sistemas, incluyendo las condiciones libres de jaulas y de colonias de jaulas. Pero también trabajamos para abolir los peores abusos de los animales de la granja, y es difícil imaginar algo peor que las diminutas. Áridas y hacinadas jaulas en batería, donde 250 millones de gallinas se ven hoy obligadas a pasar sus vidas. 
Las jaulas en batería tienen que desaparecer.»
Dejando de lado que Friedrich está ahora haciendo campaña, con la HSUS, para una legislación nacional que haría de la jaula en batería enriquecida la regla estándar, su mensaje es aún terriblemente confuso. Como alguien comentó:

Bien, entonces, ¿exactamente qué debería hacer en primer lugar? ¿Dejar de apoyar la matanza de pollo haciéndome vegano o escribir mi carta de agradecimiento a Burger King y Whole Foods por continuar apoyando la matanza de pollos?

Exactamente. El mensaje que Friedrich da es que no comer huevos en absoluto es cierta posición ideal, y que hay pasos graduales, tales como los huevos de gallinas libres de jaula o de jaulas en batería “enriquecidas”, que son moralmente aceptables.

El otoño pasado, PeTA afirmó que no respaldaba la "explotación feliz." Pero, como ya he señalado, los tañidos de descargo ahondan cuando PeTA está ocupada participando en todo tipo de asociaciones con los explotadores institucionales, alabándolos, dándoles premios, etc.

Y el programa de "explotación feliz" de Whole Foods no es el único por ahí que es promovido por defensores de los animales. Hay otros planes similares.

Por ejemplo, Humane Farm Animal Care [HFAC], con sus socios, la HSUS, la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, la World Society for the Protection of Animals, y otros, promueven la etiqueta de “Certified Humane Raised & Handled.” [Cría y Manejo Humanitario Certificado].




De acuerdo con la visión de conjunto:

Humane Farm Animal Care (HFAC) es la organización sin fines de lucro líder en la certificación dedicada a mejorar la vida de los animales de granja en la producción alimenticia, desde el nacimiento hasta la matanza. El objetivo del programa es mejorar la vida de los animales de granja dirigiendo la demanda del consumo hacia prácticas con animales de granja que sean más amables y responsables. Cuando vea en un producto la etiqueta Certified Humane Raised and Handled®, puede estar seguro de que los productos provienen de instalaciones que tienen reglas precisas y objetivas para el tratamiento de los animales de granja.

¿Esto no es una “aprobación” de los productos con la etiqueta Certified Humane? ¿De veras? No estoy de acuerdo.

La Humane Society International, brazo de la HSUS, lanzó una etiqueta “Elección Humanitaria”, en Australia, que afirma “garantizará al consumidor que el animal fue tratado con respeto y cuidado, desde al nacimiento a la muerte.”




De acuerdo a HSI/HSUS:

Con la reciente publicidad acerca de la producción a campo libre y las exigencias del etiquetado de comida humanitaria, esta importante iniciativa no podría ser más oportuna. La etiqueta Humane Choice [Elección Humanitaria] cubrirá inicialmente la carne de vaca, cerdo, cordero, pollo y huevos de animales criados a pastoreo, y garantizará al consumidor que el animal ha sido tratado con respeto y cuidado desde el nacimiento a la muerte. Esta filosofía se puede aplicar a toda granja con estos valores compartidos para todos los animales de granja en el programa de acreditación de la Humane Choice.

La etiqueta Humane Choice True Range denotará que el animal tuvo la mejor vida y muerte ofrecida a cualquier animal de granja. Básicamente, ellos viven sus vidas como lo habrían hecho en la Antigua Granja McDonald’s, nacido y criado en pastos y permitiéndoles satisfacer sus necesidades de comportamiento, para alimentarse y moverse sin ataduras ni jaulas, con libre acceso a las áreas al aire libre desde el nacimiento, a la sombra cuando hace calor, con cobijo cuando hace frío, con una buena dieta y una muerte humanitaria. ¿Esto no es una aprobación de los productos con la etiqueta Humane Choice? ¿De veras?

Estoy en desacuerdo.

La RSPCA en Gran Bretaña tiene la etiqueta Freedom Food, que es "la garantía de la RSPCA y el plan de etiquetado de los alimentos. Su objetivo es mejorar el bienestar de los animales de granja para nuestra comida. Freedom Food evalúa las granjas de acuerdo a estrictas normas de bienestar de la RSPCA y, si cumplen con todos los estándares, pueden utilizar la etiqueta Freedom Food en su producto ", y es "el único sistema de garantía para una granja de ser reconocida, tanto por el Reino Unido como por la UE, como seña de alto nivel de bienestar animal.”

Freedom Food es “la garantía de la RSPCA y el plan de etiquetado de los alimentos, el único sistema de garantía para una granja de ser reconocida, tanto por el Reino Unido como por la UE, como seña de alto nivel de bienestar animal.”

La RSPCA dice:
«Sabemos que la mayoría de las personas ─más del 70%─ están preocupadas por el bienestar de los animales de granja* pero saber qué hacer puede ser difícil, por lo que trabajamos con los minoristas (supermercados, centros comerciales, negocios de productos agrícolas) para aumentar la visibilidad de Freedom Food en el punto de venta. También trabajamos con las marcas de alimentos, chefs, dueños de restaurantes y empresas de servicio de alimentos para alentarlos a comprar a las granjas autorizadas por Freedom Food o para ayudarles a llevar a sus proveedores hasta la condición de aprobados por Freedom Food, de manera que sea fácil para nosotros, como compradores, elegir la opción más alta de bienestar.»
¿Esto no es una aprobación de los productos con la etiqueta Certified Humane? ¿De veras? No estoy de acuerdo.

La RSPCA, como organización bienestarista más tradicional, probablemente no estaría en desacuerdo en que ellos literalmente están aprobando el comer productos de origen animal. Pero el punto es que ahí afuera hay toda una industria de defensores de los animales que están alentando a la gente a creer que hay productos de origen animal "felices", y que las personas que se preocupan por los animales debe consumir esos productos con una más [RSPCA] o menos [Farm Sanctuary, PeTA, Mercy For Animals, HSUS] conciencia tranquila. En lugar de desafiar absolutamente la idea de que los seres humanos deben consumir productos de origen animal, estas organizaciones animalistas refuerzan la idea de que los seres humanos pueden consumir productos de origen animal, siempre y cuando tratamos a los animales "humanitariamente."

Otra organización británica, Compassion in World Farming está dando los “Good Egg Awards” a empresas como McDonald’s y elogiándolas por el uso de huevos provenientes de gallinas “libres de jaula”:



CIWF otorga una amplia gama de premios para los pollos, cerdos, lácteos, etc. “felices”:
«A través de nuestro programa Good Farm Animal Welfare Awards, nosotros involucramos y premiamos a las principales empresas de alimentos en toda Europa por sus actuales políticas o compromisos que resulten en impactos positivos sobre el bienestar animal en sus cadenas de suministro.
Hemos llevado a cabo nuestro programa estrella, el Premio Good Egg, desde el año 2007 para homenajear a las empresas que solo se abastecen de huevos de gallinas libres de jaula. Ahora hemos ampliado el esquema con el lanzamiento del Good Chicken Award, en 2010, el Good Dairy Award, en 2011 y el Good Pig Award, en 2012. 
Premiamos a las empresas que se comprometen a implementar cambios sustanciales y a avanzar en su abastecimiento de carne, huevos y productos lácteos trabajando en colaboración con nosotros para cumplir con un conjunto específico de criterios en los premios.»
Aquí hay una lista de los ganadores de premios de la CIWF. Miren esta lista. En mi opinión, es impresionante. Simplemente incluye a los principales explotadores principales del planeta.

¿Esto no es una “aprobación” de los productos con la etiqueta Certified Humane? ¿De veras? No estoy de acuerdo.

A los bienestaristas les gusta usar ejemplos como el de Amnistía Internacional promoviendo mejores condiciones de prisión para los condenados a muerte, mientras que, al mismo tiempo, lucha por la abolición de la pena de muerte. Un condenado a muerte es una persona que, después de haber sido encontrado culpable de la comisión de un delito más allá de toda duda razonable, por un jurado de sus pares, ha perdido, en virtud de las leyes de algunos lugares, su derecho a la existencia, pero no ha perdido su derecho a que todos sus otros intereses sean protegidos. Pero, una vez más, Amnistía Internacional no está promoviendo reformas penitenciarias como pionera o la colocación de cualquier tipo de sello normativo de su aprobación.

Pero eso es exactamente lo que hacen los bienestaristas. Y los animales ni siquiera han cometido algún crimen.

Los regulacionistas: “Aunque hacemos campañas por la explotación ‘feliz’, en realidad somos abolicionistas”

Los regulacionistas no sólo afirman que las campañas bienestaristas no implican la aprobación de productos “más amables” que la reforma bienestarista supuestamente produce, sino que esas campañas son realmente “abolicionistas.” Afirman que explícitamente buscan el fin de todo uso de los animales.

La respuesta breve: eso es simplemente absurdo.

En todos los casos discutidos, que involucran una gran cantidad de las principales organizaciones animalistas en EE.UU. y Gran Bretaña, los defensores de los animales no están pidiendo el fin del uso de los animales. Por el contrario, están promoviendo planes que afirman que ayudarán a los explotadores de los animales a volverse más eficientes y moralmente más aceptables.

La Global Animal Partnership, que ha desarrollado el programade Whole Foods "explotación feliz" utilizado por Whole Foods, trabaja con la Farm Forward, una organización que trabaja con los animalistas y la industria "para alinear las necesidades de las corporaciones en eficiencia y rentabilidad, con los métodos de producción que fomentan la sostenibilidad y el bienestar de los animales." Los miembros del Consejo de la Farm Forward incluyen a Mackey, CEO de Whole Foods y al autor de la “carne feliz", Jonathan Safran Foer. Según Bruce Friedrich, de Farm Sanctuary, antes de PeTA, "Farm Forward ha sido absolutamente esencial para la construcción de la capacidad de PeTA para influir y negociar eficazmente con las empresas."

Imaginen trabajar con dueños de esclavos que obtienen ganancias del comercio esclavo "para alinear las necesidades de los comerciantes de esclavos en eficiencia y rentabilidad, con los métodos de producción que fomentan la sostenibilidad y el bienestar de los esclavos."

HSUS tiene un programa que involucra a la Global Animal Partnership, la American Grassfed Association, y la etiqueta de carne “feliz” Certified Humane Raised and Handled, para ayudar a los granjeros a “agregar valor a [sus] productos!”



Así que los defensores de los animales están trabajando con los granjeros para ayudarlos a “agregar valor a [sus] productos!”

Por favor, no me digan que la reforma bienestarista no es acerca de hacer que la industria sea más rentable o que algo de esto es abolicionista. Por el contrario.

Aquellos que promueven la etiqueta "Certified Humane Raised and Handled" dicen:
«Parece que, casi todas las semanas, un nuevo libro, película, historia televisiva o artículo de periódico de notoriedad, plantea preguntas sobre cómo son tratados los animales destinados al consumo. Como resultado, se ha disparado el interés del consumidor en los productos procedentes de animales criados con los estándares de cuidado humanitario. 
El programa Certified Humane® (Certificado Humanitario) es la mejor manera para que usted coloque la carne, aves de corral, huevos y productos lácteos para aprovechar esta creciente demanda. Cuando usted se convierte en productor certificado, obtiene la credibilidad de la inspección por la asociación independiente sin fines de lucro Humane Farm Animal Care. Y llega a millones de clientes potenciales a través de nuestros partidarios de sociedades humanitarias y la extensa cobertura de los medios que Certified Humane® genera.»
y
«Nuestra promoción y publicidad llega a millones de compradores de productos alimenticios. Los que apoyan nuestra organización humanitaria tienen casi 20 millones de miembros que componen el mercado principal para estos productos. Las organizaciones humanitarias promueven el programaCertified Humane® en sus páginas web, en sus publicaciones, en la publicidad directa por email y en los refugios de animales en todo el país.
Sus miembros incluyen defensores que recomiendan los productos Certified Humane® –sus productos– a los amigos y familiares. Muchos negocios de comestibles están recibiendo solicitudes de estos defensores dispuestos a comprar productos humanitarios y compartirlos con otros.
El alcance que tendrán se extenderá más allá de este núcleo. Numerosas publicaciones han presentado el programa Certified Humane®, incluyendo USA Today, Good Housekeeping, Vanity Fair, Time Magazine, Saveur and Self.
El promedio de visitantes únicos del sitio web de The Certified Humane® es más de 12.000 al mes. Éste proporciona información sobre qué productos están disponibles y dónde comprarlos. Así, más consumidores, negocios de comestibles, restaurantes y operadores de servicios de alimentos lo encontrarán a usted y a sus productos.»
y
«Certified Humane® promueve a los minoristas que tienen el Certified Humane® en sus negocios. Debido a la demanda de los consumidores que querían saber dónde podían comprar productos Certified Humane®, hemos creado una base de datos de búsqueda en nuestro sitio web:
• La sección "Dónde comprar" de nuestra página web; recibe más de 12.000 nuevos visitantes únicos al mes, y 11.000 visitantes que regresan cada mes.
• Correo electrónico frecuente "shout outs", haciéndoles saber a los consumidores acerca de minoristas específicos que llevan más de un producto con Certified Humane®.»
Esto no me suena muy abolicionista. De hecho, parece como una asociación entre los defensores animalistas y los explotadores de los animales para mejorar la economía de la explotación animal.

La RSPCA promueve los beneficios económicos de su logo Freedom Food, afirmando:
«A pesar de la incertidumbre económica sostenida, la demanda de mayores niveles de bienestar de los animales de granja ha seguido creciendo. La garantía de granja independiente de Freedom Food podría ayudarle a sacar ventaja de esta tendencia al diferenciar a su negocio del de sus competidores y agregar valor a sus productos.»
“¿Agregar valor a sus productos”? Esto no me parece que sea abolicionista. De hecho, me parece como una asociación entre defensores de los animales y explotadores de animales para mejorar la economía de la explotación animal.

CIWF tiene un programa de asociación explícita con los explotadores institucionales llamado el Food Business Team:
«Desde su lanzamiento en 2007, el Food Business Team de Compassion in World Farming ha sido el primero en utilizar un enfoque único de asociación para trabajar con la industria alimenticia con grandes resultados. Algunas de las principales compañías de alimentos del mundo lo apoyan y millones de animales de granja ya se han beneficiado.
Contamos con un equipo de personal especializado que se involucra con las principales empresas de alimentos, inspirando progresos a través de prestigiosos premios y apoyo a los productos e iniciativas que representan beneficios tangibles para los animales de granja, así como ventajas innovadoras y competitivas para sus negocios.
Nuestra oficina central está en el Reino Unido y tenemos gestores que operan en Francia, Italia y Alemania. 
CIWF actúa, en efecto, como una firma de relaciones públicas para el apoyo al uso de los animales por docenas de usuarios institucionales de animales.»
Imaginen actuar como una firma de relaciones públicas para apoyar la esclavitud. Esto no me parecería abolicionista. De hecho, me parece que es como una asociación con la institución de la esclavitud.

El hecho de que los animalistas que promueven estas campañas puedan querer o afirmar que quieren el fin del uso de todos los animales no puede distinguirse del hecho de que estas campañas son cualquier cosa menos abolicionista.

Este granjero porcino, Joe Maxwell, es un Vice-Presidente de la Humane Society de EE. UU.:



De acuerdo con Maxwell:
«En la Humane Society de los Estados Unidos apoyamos a los agricultores y ganaderos que son buenos administradores de la tierra y los animales; como agricultor de cuarta generación de Missouri, yo soy uno de esos agricultores.»
¿Abolitionista? De ninguna manera. HSUS y sus grupos de apoyo ─y esto incluye Farm Sanctuary, Mercy For Animals, Compassion Over Killing, y otros─ deberían avergonzarse de sí mismos. Ellos promueven activamente la explotación animal.

Los animalistas que apoyan la reforma del bienestar animal a menudo afirman que ellos buscan la abolición como un objetivo; afirman que quieren eliminar todo uso animal. Pero ellos defienden el uso "feliz" como un medio para el fin del no uso. Esto es similar a usar la guerra como medio para el fin de la noviolencia y la paz. El bienestarista que dice ser un abolicionista sostiene que el uso "suave" o "compasivo" o "feliz" es un medio moralmente aceptables para el fin del no uso.

¿Ven el problema?

Sostengo que el término abolicionista sólo es usado correctamente si los medios son consistentes con el fin y los medios que defiendo son el veganismo en el nivel individual y la defensa vegana creativa y noviolenta en el nivel social. El fin es ningún uso de animales y los medios elegidos para conseguir el fin son el no uso en el nivel individual y la defensa del no uso en el nivel social.

Conclusión: ¿Se pondrían de pie por favor los auténticos especistas?

Muchos defensores de animales —los que promueven las campañas de reforma bienestarista— tratan la infracción de los derechos básicos de un modo diferente cuando se trata de humanos que cuando se trata de no humanos.

¿Por qué hacen eso?

Esto es un asunto complicado, pero, para los propósitos actuales, pienso que está claro que el moderno movimiento animalista aceptó la idea de que la principal preocupación es el sufrimiento de los animales y no el uso o la matanza de animales. Esto es, porque los regulacionistas no ven la vida animal como con valor moral per se, equivalente a la vida humana, ellos no ven la matanza de animales como una tragedia en la forma en que pensamos de matar a seres humanos como una tragedia. El principal problema es el sufrimiento. Citando a Peter Singer, que es, en muchos sentidos, el principal arquitecto del movimiento regulacionista: 
«Se podría decir que está mal matar a un ser siempre que ese ser es sintiente o consciente. Entonces tendrían que decir que es igual de malo matar a un pollo o un ratón, ya que sería como matarlos a ustedes o a mí. No puedo aceptar esa idea. Puede que sea tan malo, pero millones de pollos son matados cada día. No puedo pensar en eso como una tragedia en la misma escala, como los millones de seres humanos asesinados. ¿Qué es diferente acerca de los seres humanos? Los seres humanos son seres con visión de futuro, y tienen esperanzas y deseos para el futuro. Eso parece una respuesta plausible a la pregunta de por qué es tan trágico cuando mueren seres humanos.»
Singer y aquéllos que aceptan sus opiniones trazan una línea entre la matanza y el sufrimiento. Lo último importa principalmente; lo primero importa menos o nada en absoluto. Pero si no creen que los animales —o la mayoría de ellos— tienen un interés en continuar viviendo que es moralmente significativo como lo son los intereses que tienen los humanos, tiene un perfecto sentido apoyar una campaña que busca que la infracción de los derechos básicos sea más humanitaria en el contexto no humano, a pesar de que nunca haríamos eso en el contexto humano.

Pero, como he discutido en mi escritura —tanto en mis libros, como éste, y en mis ensayos en este sitio, como éste— no podemos sostener que el valor de la vida no humana es menor que el valor de la vida humana para el propósito de justificar el uso de los no humanos como recursos reemplazables, sin asunciones que son explícitamente especistas, tales como que los animales no son conscientes de sí mismos de la misma manera que los seres humanos son, lo cual es probablemente cierto, y, por tanto, que sus vidas son de menor valor, con lo que no concuerdo y que absolutamente rechazo.

Decir que, a los efectos de ser utilizado exclusivamente como un recurso reemplazable, los seres humanos disfrutan de un nivel de protección diferente porque tienen una forma representacional de auto-conciencia, o dejar de reconocer que la capacidad de sentir por sí sola es a la vez necesaria y suficiente para merecer el derecho a no ser explotado y asesinado, es especista.

De hecho, lo llamaría profundamente especista.

**********

Si no son veganos, por favor háganse veganos. El veganismo es acerca de la no violencia. Primero y principal, es acerca de la no violencia hacia otros seres sintientes. Pero es también respecto de la no violencia hacia la tierra y hacia ustedes mismos.

Y nunca jamás se crean la idea absurda de que necesitamos promover la “explotación feliz” para conseguir que la gente se haga vegana. Es lo contrario: toda la industria de la “explotación feliz” tiene un objetivo: hacer que el público se sienta más cómodo acerca de la explotación animal.

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